sábado, 17 de octubre de 2009

Washington D.C.


El fin de semana pasado decidí ir a Washington a la marcha por los derechos homosexuales. Fueron 15 horas de bus en cada dirección. No conocía a nadie y en el bus coincidí con un tipo de lo más raro. Hice algunos amigos de la organización socialista. La marcha en sí fue muy emocionante. La gente no paró de animar y era todo como una gran canción, mucha energía.


El viaje me dio que pensar. Aquí a veces me aburro. En comparación con la vida de Valencia, esto es fácil y cómodo. Vale que tengo que hacer deberes todos los días, vale que las materias son difíciles, pero puntúan muy bien. La gente de mi residencia siempre anda enchándome en cara que no estudio apenas y que si mi carrera es muy fácil. Yo les digo que sí que es fácil, obviamente no es cierto, dudo que haya un tema más bizarro que la física nuclear donde la lógica no se cumple. El caso es que la gente estudia y yo pierdo motivación al ver que apruebo. Dejo que mis días pasen y no hago más que hacer como que estudio. El viaje fue como despertarme, un aviso de que puedo hacer cosas fuera de la universidad. El cómo es más complicado ya que estoy en un pueblo perdido en medio de campos de maíz.


Como mucho. Todos los días para comer y cenar puedes comer pizza y hamburguesa y hay variedad de tartas, donuts y bagels que son mi perdición. Además hay que añadir que aquí ya hace frío, tenemos la calefacción desde hace semanas. Así que he engordado ¿Me importa? Me imagino que sí pero tampoco hago nada para solucionarlo.
No respondo emails de la gente de España y no felicité a Solete por su cumple, llevo semanas posponiendo escribirle una postal. No quiero repetir lo bien que estoy aquí, y resulta raro contarle mis problemas porque tampoco se los contaba en España. Al final mi función se reduce a hacer la vida más entretenida y agradable pero eso soy (era?), una función, no una persona igual a ellas, que también necesitaba interés.
En fin, aquí por fin puedo dormir bien y lo agradezco mucho. No tengo pesadillas y a veces pienso cosas que me dan miedo pero eso no me impide descansar y vivir sin pánico :D Hablo con mis padres y mi hermana cada poco y les echo de menos pero no quiero volver a España.

sábado, 3 de octubre de 2009

Símbolos

Los domingos suelo ir a un grupo donde vemos cuentos y escogemos los que queremos publicar. La editora me encanta, es guapísima pero además me gusta como habla y sus gestos, es superfemenina. El caso es que estudia Women Studies, que es "estudios de la mujer" casi todas las que estudian eso son lesbianas. Además de eso, tiene una chapa con la bandera en la mochila. A pesar de todo, no creo que sea lesbiana y resulta raro. Se lo estaba contando a mi hermana Fochi (por Skype) y me decía ¿qué te hace falta, una flecha de neón? Y no sé...

El otro día hablé con ella por primera vez, tenía que pagar así que me quedé después de la reunión. Varias personas se quedaron y hablaron de organizar una salida por distintos bares. Yo me quedé empanada mirando unas vigas del techo (las había estudiado en clase). El caso es que a mitad la editora me preguntó que qué pensaba yo. Me costó reaccionar y cuando vi que debía responder me trabé. Aaay, me siento tan mal por mi acento cuando estoy con la gente de la revista. La editora fue superamable, demasiado. Creo que piensa que soy una cría, ella tiene 21 años, lo cual quiere decir que es de las "mayores". Yo con 23 (24 en noviembre) soy ya vieja.

El viernes que viene es la salida por los bares y empezarán en casa de la editora. No conozco a mucha gente de ahí pero probablemente iré, a ver qué pasa.

Soy feliz aquí, me encuentro muy a gusto sin los dramas de mis amigas (de las que paso completamente, ni les contesto los emails, tendríais que verlos, una me pedía que le tradujese una cosa del inglés... en fin, aprovechadas incluso en la distancia ;P). Quizás echo de menos eso, la intimidad porque aquí la gente es muy desapegada.

Besos chicas, yo también me acuerdo de vosotras :D