miércoles, 30 de julio de 2008

Noquería Yrme

No quería volver, me quería quedar allí, con las luces de neón, los puestos de hot dogs, negros rapeando por las calles, ejecutivos con Blackberrys, ejecutivas monísimas con tacones Manolo Blahnik, rascacielos, taxis amarillos, bagels cada mañana... volviendo a Valencia me daba la impresión de dejar mi casa, espero vivir algún día en Nueva York. Aunque, si he de ser sincera, el estómago ya se me resentía un poco, echaba de menos el pescado (tomamos un par de veces pero sabía raro y en casa tomamos casi todos los días) y me sobraban las hamburguesas. También echaba de menos el sujeta-rodillas que me dejé aquí, la rótula se ha vuelto a ir de viaje por su lado.

Mi padre superó muy bien el trance de volar, ahora sólo tiene miedo en los aterrizajes, agarra el asiento que tiene delante como empujándolo.

Fue muy divertido ver a mis padres intentar hablar inglés. Nosotras hemos ido a cole bilingüe así que no teníamos problema (aunque Fochi a veces se liaba con los acentos indios eso o se hacía la sueca cuando le decían lo guapa que era). Mi madre al ser más espontánea es también la que cometía más errores:

mezclando idiomas
- Water, please.
- Tap water? (agua del grifo)
- Eeeeh, oui!

A las 8 de la tarde, al ascensorista:
-Good morning!
- Mamá, es por la tarde.
- Ah, ¡buenas tardes!

Pidiendo la comida en un italiano
- ¿Tenéis aceitunas?
- What?
- Aceitunas, olivas.
El camarero trajo un cuenquito con aceite de oliva XD La situación fue mortal, no había nada en la mesa más que el cuenco con aceite ¿qué se supone que teníamos que hacer con él?

Un día visitamos el barrio gay, gay pero gay gay, entramos en una librería para que yo mirase libros y mi madre llamó a la dependienta "mister" y no porque no supiese que mister es para chicos. ¡Qué vergüenza! Aunque creo que la dependienta no se enteró mucho.

Paseando por la calle 10 vi a una chica en una cafetería y me enamoré de ella, totalmente. Llevaba un sombrerito marrón y estaba escribiendo. Estaba hiperconcentrada y puso una mueca como si no le gustase lo que leía. No levantó la vista del papel. Mis padres habían cogido velocidad y ya iban por la siguiente calle. Se me retorcía el estómago y ahí supe que me había enamorado y que soy una cría adolescente aún por querer vomitar por una chica con la que ni he hablado ¿en serio? ¿soy así de superficial? Pocí. Pensé volver otro día y volví pero me equivoqué de calle y cuando me di cuenta ya era tarde y debía volver al hotel porque habíamos quedado a cenar todos juntos, me pasé 2 horas andando para nada. Al día siguiente volvimos a España. De todas formas, realmente, no sé qué le habría dicho.

Es un rollo volver, porque ya no podré conocer a la chica de la cafetería, porque me han estafado robándome 1 día, porque quiero ver todos los días robos, chantajes, vidilla que le falta a esta nuestra ciudad. Me faltó por ver un tiroteo, debería haber pasado más tiempo en el Bronx.

Vi una exposición de Dalí estupenda, sobretodo me gustó la película Destino que hizo con Disney. Vimos un día el Moma y el día siguiente el Met una exposición de Turner, tuve una sobrecarga de arte y acabé potando en Central Park. ¡También vimos ardillas! qué cosa más cuca!! Poté también en Naciones Unidas, vi un libro sobre sitios pobres donde estarían los conflicots en el futuro y eso fue mortal. He pensado llevar serrín en el bolso y una escobilla con recogedor porque eso de ir dejando mi marca por ahí no es higiénico.

En fin, espero que paséis un verano estupendo, Desgra ánimo con el trabajo y enhorabuena por la opo (aunque no tengas plaza fija aún) y Dorle que te vaya genial en tu viaje semi-aventurero. Me voy ahora al pueblo perdido de mi padre y luego al de mi madre, de civilización extrema a casi desierto, ni Internet tengo, leeré. Ya he mirado la beca que tiene mi uni con EEUU, Promoe, la pediré el año que viene...

1 comentario:

LA DESGRACIÁ dijo...

Y por qué potabas??
Me inquieta...